1/9/09

Una comunicación desde la Base Orcadas

El martes 25 de agosto tuvimos el enorme agrado de comunicarnos en forma directa con Emilio Daher, Guardaparque Nacional, desde la Base Orcadas.

Las Islas Orcadas del Sur constituyen un archipiélago situado a unos 1100 km. al sudeste de la isla de los Estados, casi en el mismo limite norte del Sector Antártico Argentino entre los paralelos 60º y 61º S y los meridianos 44 y 47º W. Se trata de unas 40 islas e islotes pequeños que totalizan una superficie de casi 1000 km. cuadrados.

La distancia que las separa de Usuhaia son nada menos que unos 1500 km y al menos 3 días de viaje en barco. Emilio, junto a su compañero Mariano Spisso, arribaron a principios de año desde el puerto de Mar del Plata tras 11 días de viaje en barco y tienen previsto su regreso al continente en enero de 2010. Todos los años llegan 2 guardaparques a las islas quienes incluso invernan en ellas a pesar de las temperaturas extremas.

Emilio nos envió fotos que retratan las tareas que realizan, la fauna y el paisaje. También nos envió la nota que más abajo copiamos. Durante la charla telefónica nos contó sobre las dificultades a sobrellevar en la estadía en la base pero que no empañan una experiencia única de estar en contacto con un medio tan natural como ese.


Un tema obligado fue el cambio climático. Al respecto Emilio graficó la situación con un par de datos más que alarmantes. El primero, la presencia de temperaturas positivas (que alcanzaron entre 1 y 2 grados) en pleno julio. Y el segundo, la formación de la capa de hielo sobre el mar, que anualmente se forma en marzo, este año se dio recién en agosto.


Guardaparques Nacionales en Antártida

 
Desde los inicios de la exploración antártica, la investigación y la observación de su escasa flora y su peculiar y característica fauna, los diversos aspectos geológicos, meteorológicos y ambientales, estuvo ligada a los objetivos de todas las expediciones de balleneros, loberos y científicos, lo que derivó en la instalación de la mayoría de las bases en el continente.
A partir de 1984 investigadores del Instituto Antártico Argentino (IAA) comenzaron diversos programas de investigación y monitoreo del ecosistema, en el marco de convenios internacionales y de compromisos con la Comisión Internacional del Tratado Antártico. De esta manera se iniciaron los estudios durante todo el año, requiriendo para ello que quienes los realizaran invernaran en la Base.
En 1990, mediante la participación de un guardaparque en el equipo científico de la Base Antártica Orcadas, se dio origen a la incorporación de los mismos a la actividad científica que lleva adelante nuestro país en el Continente Blanco.
Si bien la presencia de los guardaparques nacionales en la Antártida se remonta a las últimas dos décadas, existe una persona que vincula a Parques Nacionales con ese continente: Se trata del Perito Moreno, quien en 1903 alojó en su casa al doctor William Bruce, que regresaba a Buenos Aires en búsqueda de provisiones y de colaboración del gobierno argentino, luego de un viaje de exploración por las Islas Orcadas. En esa ocasión le ofreció al Estado Nacional hacerse cargo del observartorio de la Isla Laurie, siendo fundamental la intervención de Moreno para efectivizar tal hecho.
En 1991 se elaboró , junto con investigadores del Instituto Antártico, un plan de trabajo y un borrador para impulsar un convenio específico que permitiera el envío de guardaparques a las Bases Orcadas, Esperanza y Jubany, el cual fue firmado por ambas instituciones (IAA y APN).
De esta forma, y de manera ininterrumpida desde el año 1991, la Administración de Parques Nacionales realiza la selección de guardaparques que, mediante concurso de antecedentes, participa en las campañas de verano e invernada.
Argentina fue el primer país en enviar sistemáticamente guardaparques a la Antártida, y es el único que destina agentes de conservación a la mayor reserva natural del planeta.
Requisitos
Entre los requisitos que la APN exige a los postulantes figuran: contar con experiencia en navegación y carnet de timonel, tener experiencia comprobada en actividades de montañismo y esquí, además de haber participado anteriormente en proyectos de investigación de campo.
Estas aptitudes, sumadas a una cierta adaptación a lugares aislados, hacen de los guardaparques un personal capacitado y adaptado para los trabajos que desarrollan en el Continente Blanco.
El perfil sicológico de los elegidos se asimila al requerido para personal que trabaja en submarinos y estaciones espaciales.
 
Peculiaridades del trabajo en la Antártida
Como parte de las tareas comunitarias también se realizan actividades de rutina de la Base, tales como guardias de 24 hs para prevenir emergencias, obtener agua para consumo (derritiendo nieve), carga y descarga de provisiones, entre otras.
Además, toda la dotación en conjunto desarrolla la recepción y atención a los turistas que anualmente visitan la Base, donde son guiados por las instalaciones e informados sobre los estudios y trabajos que se efectúan en el lugar.
En qué se trabaja
El Instituto Antártico Argentino desarrolla, a través de los guardaparques, varios estudios biológicos y de geofísica. Están agrupados en tres programas de investigación del área de biología: monitoreo del ecosistema antártico, aves marinas y mamíferos marinos; y dos del área de geofísica: sismología y geodesia.
El trabajo del área biológica consiste básicamente en recolectar muestras en el terreno, y realizar censos sistemáticos de las poblaciones de aves y mamíferos que anualmente arriban al continente.
Con respecto a los trabajos de geofísica, éstos se concentran en actividades de gabinete, consistentes en controlar diariamente el normal funcionamiento de los equipos, y realizar copias de seguridad de los datos.
El análisis de los datos obtenidos sirve para interpretar detalles de la dinámica de la tectónica de placas, que originan los movimientos sísmicos.
El proyecto de geodesia, también relacionado al movimiento de las placas continentales, apunta a medir en forma muy precisa la deriva (por llamarlo de una forma simple) a que está sometida la Isla Laurie y todo el archipiélago de las Orcadas.
Normalmente, la operación de estos equipos no presenta mayores dificultadas, salvo inconvenientes técnicos ocasionados por las rigurosas condiciones ambientales, como el congelamiento del receptor de GPS (sistema satelital) ubicado en el filo del cerro Mossman por temperaturas inferiores a lo habitual, como en el año 2003 que descendió a -32ºC con una sensación térmica de -72ºC, o el sismo de 7,5 puntos en la escala de Richter ocurrido el 4 de agosto del mismo año.
Guardaparques antárticos
Para los agentes de conservación la experiencia en la Base Orcadas es una oportunidad única. Poder estar en contacto con una fauna muy particular, trabajar en condiciones climáticas y ambientales extremas, comprometerse en el marco de proyectos de investigación internacionales y de largo plazo, son algunos aspectos que les permiten acumular conocimientos, destrezas en trabajos de campo y desarrollar aptitudes personales.
Para la Administración de Parques Nacionales esto puede ser capitalizado como un importante medio de capacitación técnica y profesional; además jerarquiza a la Institución debido a la participación en un área protegida de categoría internacional.
Para la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino, los guardaparques significan una solución práctica y ventajosa en la realización de trabajos de campo en diversas áreas.
Nuestro país es el único que destina agentes de conservación a la mayor reserva natural del planeta.
De esta manera, se reafirman las bases del Tratado Antártico, cuya meta es mantener la paz, desarrollar la ciencia y proteger el medio ambiente.
Más información en:
http://www.guardaparquesnacionales.blogspot.com/

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