16/12/09

Cerramos el 2009 con brindis en vivo

El martes 15 de diciembre se llevó el último programa del año de Radiografía. Compartimos algunos recuerdos, información sobre la actualidad, sanguchitos, empanadas y vino con amigos y amigas. Además, tuvimos una charla con Lucinda Fernández de Cucaiba del Hospital Pte. Perón de Avellaneda que nos acompañó todo el año.
Agradecemos a Julio Resia, quien dirige AM Tango, la emisora que nos da cabida, a Carolina por su aporte desde los controles, sin olvidarnos de Martín y de Leo.
Les deseamos a todos nuestros oyentes e invitados un buen fin de año y un mejor comienzo para 2010. Probablemente nos estemos reencontrando en marzo nuevamente.


Nacho, Gustavo y Aníbal.

9/12/09

Una buena noticia de fin de año!!! Se aprobó la ordenanza que prohíbe el uso de agroquímicos en las vías del ex Ferrocarril Roca en Avellaneda

En el día de ayer, lunes 7 de diciembre, el Concejo Deliberante de Avellaneda aprobó por unanimidad el proyecto de ordenanza presentado e impulsado por el Foro de Salud y Medio Ambiente de Avellaneda, junto con otras organizaciones hermanas, para prohibir el uso de agroquímicos en las tareas de desmalezamiento que se llevan a cabo en la vías y terrenos del ex Ferrocarril Roca, con el consiguiente peligro que eso conlleva para la salud de los habitantes cercanos. Esta presentación no fue azarosa ni caprichosa, sino que se debió a que el propio titular de la empresa Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), administradora de la línea antes mencionada, Eduardo Montenegro, reconoció la aplicación de glifosato en los 197 kilómetros que tiene la concesión.
Este logro sirve para reafirmar que la única lucha que se pierde es la que se abandona (o la que no se da). Y que la unidad de las organizaciones del campo popular hace menos difícil el camino.
Agradecemos a todos los compañeros que nos acompañaron e hicieron posible que se votara esta ordenanza. Un especial reconocimiento para el compañero Javier López Martínez, quien en su último día como concejal de la Coalición Cívica presentó el proyecto y logró que sea tratado sobre tablas en la última sesión del año del Concejo. Y al Espacio Oikos, quienes presentaron un proyecto similar en Lanús y colaboraron con la presentación en Avellaneda.
A partir de ahora no hay que bajar los brazos, hay que mantenerse alerta para que se cumpla la norma. Y seguir luchando para mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía, erradicando de raíz todas las causas de la contaminación ambiental que pone en riesgo nuestras vidas.

FORO DE SALUD Y MEDIO AMBIENTE DE AVELLANEDA
-------------------------------------------------------------------------------------------------
PROYECTO DE ORDENANZA

NO USO DE AGROQUIMICOS EN TAREAS DE DESMALEZAMIENTO


Visto:

Que la Constitución Nacional, en su artículo 41, establece que “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.”

Que la Constitución Provincial, en su artículo 28, establece que “En materia ecológica deberá preservar, recuperar y conservar los recursos naturales, renovables y no renovables del territorio de la Provincia; planificar el aprovechamiento racional de los mismos; controlar el impacto ambiental de todas las actividades que perjudiquen al ecosistema; promover acciones que eviten la contaminación del aire, agua y suelo...”

Que el Estado Argentino es uno de los firmantes del Convenio sobre Diversidad Biológica elaborado durante “la Cumbre de la Tierra” realizada en Río de Janeiro en 1992; que por lo tanto posee rango de principio constitucional y en la que se consagra:

“” […]
Preámbulo:

“Observando también que cuando exista una amenaza de reducción o pérdida sustancial de la diversidad biológica no debe alegarse la falta de pruebas científicas inequívocas como razón para aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al mínimo esa amenaza”
“Observando asimismo que la exigencia fundamental para la conservación de la diversidad biológica es la conservación in situ de los ecosistemas y hábitats naturales y el mantenimiento y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales” […]
Art. 8
Inc. c) “Reglamentará o administrará los recursos biológicos importantes para la conservación de la diversidad biológica, ya sea dentro o fuera de las áreas protegidas”. Inc. I) “Cuando se haya determinado, de conformidad con el artículo 7, un efecto adverso importante para la diversidad biológica, reglamentará u ordenará los procesos y categorías de actividades pertinentes; hará garantizar su conservación y utilización sostenible”. […]
Art. 14
Inc. a) Establecerá procedimientos apropiados por los que se exija la evaluación del impacto ambiental de sus proyectos propuestos que puedan tener efectos adversos importantes para la diversidad biológica con miras a evitar o reducir al mínimo esos efectos y, cuando proceda, permitirá la participación del público en esos procedimientos […]”
Que la ley nacional 25.675 establece en su artículo 4º el principio de prevención, según el cual “Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden producir”, y el principio precautorio, según el cual, “Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente.”
Que la ley 11.723 de la Provincia de Buenos Aires en su artículo 1º toma como objeto “la protección, conservación, mejoramiento y restauración de los recursos naturales y del ambiente en general en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, a fin de preservar la vida en su sentido más amplio; asegurando a las generaciones presentes y futuras la conservación de la calidad ambiental y la diversidad biológica”, comprendiendo dentro de esta definición el derecho a la salud de sus habitantes.

Que la ley provincial 11.723 dispone en su artículo 55 inc. f el fomento de uso de métodos alternativos de control de malezas y otras plagas a fin de suplir el empleo de pesticidas y agroquímicos en general.

Que los antecedentes legales citados demuestran la necesidad de regular el uso de productos químicos de la producción agropecuaria para utilizarse en zonas urbanas y/o allí donde su uso podría representar un perjuicio para la vida humana y el medio ambiente.

Que el Decreto 499/91 – Ley 10.699 del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, que regula la producción y distribución de agroquímicos y/o plaguicidas, establece sobre Empresas de aplicación terrestre lo siguiente:
”Art. 34º.-Las empresas que se dediquen a la aplicación terrestre de agroquímicos con fines comerciales en el territorio de la provincia de Buenos Aires, deberán dar cumplimiento a las siguientes disposiciones:
1. Los equipos de aplicación terrestre no podrán circular por centros poblados. En casos de extrema necesidad, podrán hacerlo sin carga, limpios y sin picos pulverizadores.
2. La realización de los tratamientos de control de plagas en el radio urbano deberá contar con autorización del organismo municipal competente y con la receta agronómica correspondiente.”

Que en declaraciones al diario Clarín Zonal Avellaneda-Lanús del 22 de octubre de 2009, el señor Eduardo Montenegro, titular de la empresa Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), administradora de la ex línea General Roca, reconoció la aplicación de glifosato en los 197 kilómetros que tiene la línea.

Considerando:

Que el Concejo Deliberante de Vicente López, el Concejo Deliberante de Lanús, y en varios Concejos Deliberantes de otros municipios lindantes se han presentado proyectos similares, sin perjuicio que en varios de ellos los Ejecutivos Municipales hayan iniciado acciones para evitar la utilización de estos agroquímicos.

Que ante la evidencia del uso de estos productos para desmalezar zonas adyacentes a las vías, por las empresas concesionarias del ferrocarril o sus contratistas, en los mencionados municipios se ha avanzado en la reglamentación sobre “uso de agroquímicos en el control biológico de pastizales”.

Que nuestro municipio forma parte de la misma región metropolitana, altamente urbanizada y con la ocurrencia de la misma situación; y que por lo tanto redundaría en una mayor eficacia la adopción de medidas similares con carácter preventivo teniendo presente el resguardo de la salud de la población.

Que en el Partido de Avellaneda se verifica la existencia de una importante superficie ferroviaria, gran parte de ella utilizada como playa de maniobras, por lo cual asume mayor potencial el impacto negativo sobre la población adyacente, en vista de la alta densidad poblacional existente en los bordes de estas trazas.

Que por lo tanto todo uso que se haga dentro de cualquiera de estos predios, de sustancias dañinas para la salud humana impacta de un modo directo sobre la población local y sobre las especies de flora y fauna de interés para conservar, máxime con la utilización de un herbicida de amplio espectro como lo es el glifosato.

Que ante la posibilidad que el uso de agroquímicos por parte de algunas empresas con el fin de desmalezar sus predios, requiere del correspondiente ordenamiento de esta administración.

Que además de lo ya expresado, si en reemplazo de dichos productos, se realizaran las tareas de control de hierbas de modo manual y/o mecánico, esta actividad sería más sustentable ambientalmente y contribuiría a la conservación de numerosos puestos de trabajo.

Que, sin perjuicio de lo expresado y como es sabido, la presencia de vegetación adecuada en grandes superficies garantiza una favorable escorrentía del agua de lluvia mejorando las condiciones de drenaje natural, evitando la sobrecarga del sistema de desagüe pluvial, y asimismo morigera los procesos de lixiviación disminuyendo la contaminación de las aguas subterráneas y la erosión de los suelos por inadecuada evotranspiración, así como también la presencia de vegetación en estos espacios contribuye a la mejor regulación de las condiciones climáticas urbanas, moderando el efecto denominado “isla de calor”, con el consiguiente ahorro de energía.

En consecuencia de lo expuesto, las siguientes organizaciones: Foro de Salud y Medioambiente de Avellaneda, Espacio Oikos-Ecosur, Asociación Civil Ambiente Sur, Foro Regional en Defensa del Río de La Plata y Medio Ambiente, Asociación Civil Vecinos de Villa Corina por un Futuro Mejor, Agrupación Clasista Luis Pons, Agrupación “Del Corazón”, Asamblea de Wilde, Central Popular de Lucha, Instrumento Electoral para la Unidad Popular, Encuentro por la Democracia y la Equidad, Movimiento Libres del Sur, Partido Comunista de los Trabajadores
elevamos a vtra. consideración el presente

PROYECTO DE ORDENANZA

Artículo 1º- Es objeto de esta Ordenanza asegurar la protección de la salud humana y del medio ambiente, en lo que respecta al uso de agroquímicos en el control biológico de espacios verdes dentro del territorio municipal.

Articulo 2º- Prohíbese la aplicación de agroquímicos para la eliminación de pastizales y otras especies vegetales en todos los predios ubicados en el Partido de Avellaneda, ya sean de dominio público o privado perteneciente al Estado Nacional, Provincial y/o Municipal y/o en predios de dominio privado de uso o acceso público.

Articulo 3º- El Departamento Ejecutivo a través de las secretarias correspondientes elaborara en un plazo de sesenta (60) días a partir de aprobada la presente, el proyecto de régimen de sanciones administrativas y económicas que correspondiere por su incumplimiento, de acuerdo a la normativa vigente, a fin de ser tratado por este Concejo Deliberante.

Articulo 4º - De forma.

Espacio Oikos-Ecosur: Gustavo Belucci
Foro de Salud y Medioambiente de Avellaneda: Ignacio Sabbatella, Gustavo Robles y Aníbal Benítez
Asociación Civil Ambiente Sur: Silvia Mozeris
Foro Regional en Defensa del Río de La Plata: Natalia Ratcheff
Asociación Civil Vecinos de Villa Corina: Nestor Saracho
Agrupación Clasista Luis Pons: Juan Enriquez
Asamblea de Wilde: Norberto Barolo
Central Popular de Lucha Avellaneda: Alejandro Blandi
Partido Comunista de los Trabajadores: Mariana Bosio y Laura Canosa
Instrumento Electoral para la Unidad Popular: Marcelo Fisicaro
Encuentro por la Democracia y la Equidad: Alberto Fernandez Arsuaga
Movimiento Libres del Sur: Leonardo Urrejola
Agrupación “Del Corazón”: prof Rosa Carmen Folino

2/12/09

Glifosato en el campo y en la ciudad: las amenazas para la salud humana

En el programa del martes 1º de diciembre contamos con una visita de lujo: Andrés Carrasco, investigador de la UBA y del Conicet, quien ha sido de los pocos científicos en denunciar los efectos dañinos e irreversibles para la salud humana que conlleva la utilización del glifosato. En abril de este año, publicó parte del resultado de sus investigaciones en Página 12 y a partir de allí ha sufrido presiones de todo tipo. Si bien su voz está autorizada "científicamente" él mismo se encarga de aclarar que el problema es político y económico ya que está anclado en el modo de producción sojero que inunda nuestro país.
Esto queda de manifiesto cuando el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó en su informe al Congreso Nacional en noviembre pasado que "si el mundo necesita soja, plantaremos soja hasta en las macetas". La expansión de la soja va unida irremediablemente al paquete tecnológico que provee la empresa Monsanto, con el glifosato como herbicida y la variante de soja transgénica RR resistente al mismo.
Las consecuencias para la salud se hacen sentir en las poblaciones aledañas a las plantaciones de soja con la aparición de malformaciones en los recién nacidos y enfermedades cancerígenas. Pese a ello, las empresas concesionarias de ferrocarriles urbanos aplican glifosato indiscriminadamente para desmalezar las vías poniendo en peligro la vida de los vecinos.
El Foro de Salud y Medioambiente de Avellaneda presentó el jueves 26 de noviembre, junto a otras organizaciones, un proyecto de ordenanza para prohibir el uso de agroquímicos en espacios verdes. Estamos impulsando su aprobación antes de la finalización del año dado su carácter urgente.
Para conocer un poco más a Andrés Carrasco, copiamos la entrevista que le hiciera el diario El Argentino.
El Argentino
25 de Noviembre de 2009

El otro caso Carrasco

Andrés carrasco: Embriólogo del CONICET, dice que “confirmó” el riesgo.
Cómo cambió la vida del científico del CONICET que denunció la toxicidad del herbicida del boom de la soja. Críticas, militancia y el rol de Garré y Barañao.
Por Matías Loewy

Las ranas “africanas de uñas” o Xenopus laevis, un insumo habitual para estudios científicos de desarrollo embrionario, salieron de su ostracismo de laboratorio. Y podrían poner en jaque o al menos modificar el modo de producción del principal cultivo de la Argentina. Al menos, eso pretende un grupo de médicos, militantes ambientalistas, campesinos y legisladores, para quienes los embriones de la ignota ranita acaban de aportar información decisiva para frenar o detener las fumigaciones con el plaguicida más usado en el país. “¿Qué más vamos a esperar?”, vociferan. El que prendió la mecha es el médico Andrés Carrasco (63), director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA. A comienzos de año, Carrasco extendió el modelo experimental de Xenopus a la evaluación toxicológica. Y, “por decisión personal y a todo riesgo”, como dice, se dispuso a probar los supuestos efectos nocivos del herbicida que contribuyó a impulsar el boom de la soja en Argentina. La revelación de sus resultados provocaría en los meses siguientes un infierno de acusaciones cruzadas, denuncias de intimidaciones, rechazos oficiales y cuestionamientos profesionales. Y vuelve a poner bajo la lupa las relaciones entre ciencia y sociedad. “Yo sabía que esto iba a afectar intereses”, confiesa el investigador y ex director del CONICET. “Pero no podía quedarme callado”.
La palabra clave de la controversia que agitó la rutina de laboratorio (y la vida) de Carrasco es “glifosato”. Componente activo del producto “Roundup” de Monsanto, mueve un mercado anual de US$ 600 millones. Y se vincula a la aprobación y expansión en el país de la soja transgénica, RR o “Roundup Ready”, que hoy ocupa casi 20 millones de hectáreas. Desde 1996, el consumo local de glifosato creció de 14 millones a casi 200 millones de litros.

Según Monsanto, el producto se comercializa con éxito en más de 140 países desde hace 33 años y está clasificado en la categoría de menor riesgo toxicológico. “Pruebas agudas en ratas muestran que es algo menos tóxico que la sal de mesa y mucho menos tóxico que la aspirina”, enfatiza Pablo Vaquero, director de Asuntos Corporativos de la división Latinoamérica Sur de la compañía, en respuesta a Newsweek.

Carrasco ya no le cree. Asegura que decidió realizar el estudio cuando, un par de años atrás, empezó a escuchar que algunos médicos asociaban el uso extendido del herbicida con el cáncer, malformaciones y abortos espontáneos. “Hice un clic”, grafica. “Me di cuenta de que tenía un modelo experimental con el que podía ver si el elemento era tóxico o no”. Por su condición de médico, añade, era su obligación meterse en ese tema de tanta importancia social.

Con fondos que el Estado ya asigna a su laboratorio (“si los hubiera pedido especialmente al CONICET, probablemente no me los habrían dado”, alega), el científico bañó e inyectó embriones de Xenopus con glifosato puro y también con la formulación comercial del producto, que incluye otros ingredientes, pero en dosis hasta 5.000 veces menores a las que se emplean para fumigar. Y comprobó que los embriones disminuyeron su largo, así como el tamaño de la zona cefálica y los ojos. También halló problemas en el cierre del tubo neural.

El embriólogo asegura que repitió los experimentos con distintas dosis y también con embriones de pollo, y que las malformaciones fueron consistentes y reproducibles. “Es perfectamente válido inferir que también ocurran en embriones humanos ante el impacto del glifosato”, añade.

No todos están convencidos de lo mismo. Carrasco facilitó los primeros datos de la investigación para una nota de tapa de Página/12, el 13 de abril pasado, y no los presentó en una revista o congreso de la especialidad, como resulta habitual en la comunidad científica. Ese paso es central para la dinámica de producción de la ciencia: implica un primer filtro a la calidad metodológica de la investigación y propicia el acceso de los colegas a todos los detalles de un experimento, con el fin de analizarlo y, eventualmente, replicarlo. La transgresión de Carrasco sigue siendo, no sin razón, el primer elemento del que se agarran los detractores del trabajo para cuestionarlo.

“No puedo opinar sobre el estudio del doctor Carrasco, porque nunca leímos ese trabajo en una publicación científica revisada por pares”, señala a Newsweek Guillermo Cal, director ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), para quien las denuncias sobre eventuales efectos nocivos del glifosato sobre la salud humana son absurdas y desprovistas de fundamento. El ministro de Ciencia, Lino Barañao, también le salió al cruce. En un congreso en Rosario de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (AAPRESID), y aunque no nombró a Carrasco, sostuvo que “comunicar la información preliminar de una investigación científica en un medio masivo es poco ético”. El funcionario alertó también por la aparición de un discurso que “ya no es ecologista, sino que es antitecnológico y anticientífico”. Fue ovacionado.
Sin embargo, Carrasco explica que tuvo buenas razones para violar el canon científico. “No todo lo que se publica está garantizado”, argumenta. “Lo importante es que uno esté seguro, y yo lo estaba. No estamos discutiendo una hipótesis sobre la función de un gen, sino algo de mucho impacto en la sociedad. Y yo sentí que había que decirlo”. El investigador dice que presentó por primera vez los aspectos más técnicos de su estudio en una conferencia en el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina, el 5 de noviembre pasado, y asegura que ahora está terminando de redactar el informe definitivo para enviar a un journal.

El problema de fondo, agrega Carrasco, es que experimentos como el suyo no son bien recibidos porque traen malas noticias. Y la comunidad científica —agrega— quiere dar buenas noticias: nuevas tecnologías y productos biomédicos. “La ciencia dejó de estar al servicio de la humanidad para estar al servicio de los intereses. Las grandes instituciones académicas están muy comprometidas con los grandes concentrados de capital. Y la demanda es generar mercancías, no resolver los problemas”, dispara.

En la mañana del sábado 24 de octubre, medio centenar de médicos, ambientalistas, estudiantes y militantes sociales participaban del V Encuentro Nacional del Foro Social de Salud y Medio Ambiente, en el aula magna de la Facultad de Medicina de la UBA. Autoridades y profesores brillaban por su ausencia. En el hall, un par de stands vendían libros de alimentación orgánica y agricultura sustentable. También tarta de membrillo. Todo a pulmón. El día anterior, según el programa, tenían que haber disertado Martín Sabbatella, Hermes Binner, Fernando “Pino” Solanas y Carlos Heller. Pero faltaron, y mandaron en su lugar a asesores. “¡Lo que pasa es que no tienen h… para venir a hablar con nosotros!”, bramó ante el micrófono Hugo Gómez De Maio, cirujano infantil del Hospital de Pediatría de Posadas. “Es una vergüenza. ¡La próxima vez que yo sepa que ellos vienen, el que no va a venir soy yo!”.

Gómez De Maio integra el grupo más activo de médicos del interior del país que, desde hace varios años, vienen denunciando los supuestos problemas de salud que causa la exposición aguda y crónica a agroquímicos, y en particular al glifosato. Afirman que provocan retraso mental, trastornos del crecimiento, leucemias, mielomeningocele, abortos, defectos en la calidad del semen... En cierta forma, se sienten protagonistas de una cruzada contra los grandes intereses y las multinacionales. No se permiten la duda, y su verba es encendida. “Round Up es altamente tóxico y lo usamos como si fuera agua de colonia”, denunció De Maio en el foro. “Si no les ponemos un freno, los plaguicidas van a hacer una civilización argentina de idiotas”.

El segundo expositor de la jornada jugaba de local: era, claro, Carrasco. Desde que su investigación salió a la luz pública, cuenta que empezó a ser invitado a lugares que nunca hubiera antes imaginado. Lo presentan sin medias tintas como “el científico del CONICET que demostró que el glifosato causa malformaciones y afecciones diversas a las personas”. Y él no se encarga de desmentirlo. En los últimos meses, dio charlas sobre su estudio y la relación ciencia-sociedad en foros y encuentros públicos en las facultades de Ciencias Sociales y Agronomía de la UBA, en Rojas, en Mar del Plata, en la Cámara de Diputados de la Nación, en Paraná, en Santa Fe, en La Plata, en Villa General Belgrano...

El médico Jorge Kaczewer, miembro del Grupo de Reflexión Rural y autor del libro “La amenaza transgénica”, dice que ya existía preocupación por el glifosato, “pero con el estudio de Carrasco fue ¡pum!, explotó. Fue la frutilla del postre”. “Es como si Carrasco hubiera producido un efecto dominó”, coincide un asesor de la diputada nacional oficialista Julia Perié, quien, junto a 14 colegas, impulsó en agosto una ley para prohibir la comercialización, uso y aplicación del Roundup (el proyecto se está evaluando en dos comisiones).

Para Carrasco, es conmovedor el “calor humano” de la gente, incluyendo a habitantes de poblados rurales, que lo van a escuchar. “Casi me agradecen que exista. Sienten que por fin hay alguien que se ocupa de estos problemas”, se ufana. También denuncia contratiempos. A las pocas semanas de revelar su investigación en Página/12, cuenta que sufrió actos de intimidación en su laboratorio, cuando tres personas fueron a interpelar a sus colaboradores y pedirles de mal modo el informe de su estudio. Señala que se presentaron como abogados de CASAFE y que se fueron con las manos vacías. Cal, de la cámara, niega el episodio: “Nunca hubo ninguna acción intimidatoria. Buscamos el diálogo sobre una base científica, y respetamos todas las opiniones y personas”.

La abogada santafesina Graciela Gómez, militante contra la fumigación indiscriminada con agroquímicos y directora de la ONG Ecos de Romang, acompañó a Carrasco en sendas excursiones al interior. Cuenta que el 9 de septiembre, cuando Carrasco disertaba en unas jornadas organizadas por la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe, fue hostigado a la hora de las preguntas por un miembro del auditorio que (según ella) defendía los intereses de los lobbies sojeros. “Él se defendió bien. Pero se quedó mal”, asegura. Dos semanas después, Carrasco tuvo su revancha. Dio otra conferencia en Paraná y cuando terminó, el público lo aplaudió de pie durante dos minutos. “Ahí revivió. Fue maravilloso: se lo merecía”, agrega Gómez.

Según a quién se consulte, Carrasco grafica que todavía hay científicos sensibles que se conmueven ante los problemas de la gente, o es el artífice de una maniobra cargada de intencionalidad política. “Son canalladas”, responde Carrasco. El primer día de julio, y para evitar suspicacias, el científico elevó la renuncia a su cargo como Subsecretario de Innovación Científica del Ministerio de Defensa. Se la aceptaron el día 23. “(Nilda) Garré no tuvo nada que ver con mi estudio”, brama. “La señora ministro ni sabía lo que yo estaba haciendo”. Tampoco se enojó cuando lo supo.
Otro punto central que los críticos cuestionan a Carrasco es la aplicabilidad de sus estudios a la vida real. Y hasta qué punto un análisis con embriones de anfibios puede reemplazar, predecir o aproximarse a los resultados de una investigación epidemiológica rigurosa, que hasta ahora nadie encaró “porque no conviene que se haga”, sugiere Carrasco.

Esos dilemas son habituales en la evaluación de riesgo. La ciencia ofrece un método de acercarse a la verdad, no un veredicto. Y los prejuicios o intereses previos pueden sesgar la valoración de la evidencia. Un documento de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), por caso, interpreta que los métodos y procedimientos utilizados por Carrasco no necesariamente indican riesgo para alguien que no sea un anfibio particular bajo determinadas condiciones experimentales.

Jorge Adámoli, ingeniero agrónomo y profesor de ecología de la UBA, también tiene sus reparos. “El glifosato no fue creado para ser usado en el desarrollo de embriones. ¡Si los expusiéramos a la sal de cocina, al vinagre o a la lavandina, también les podría causar un efecto!”, asegura. “¿Carrasco puede no saberlo?”, pregunta Newsweek. “No. Si no se da cuenta de las limitaciones de su estudio, es que alguna intencionalidad debe tener”. Por su parte, Rodolfo Ávila, profesor de embriología de la Universidad Nacional de Córdoba, enfatiza que ninguna investigación en embriones es concluyente por sí sola si no se lo acompaña de otros estudios complementarios. “A lo sumo puede representar una señal de advertencia, pero no se puede hacer una extrapolación directa a los efectos en seres humanos”, advierte.

Meses atrás, un informe multidisciplinario del CONICET concluyó que no había datos suficientes en la Argentina sobre los efectos del glifosato en la salud humana. Pudo haber sido un golpe de gracia. Pero para Carrasco, el documento es “grave institucionalmente, indignante” porque, entre las referencias bibliográficas, se cita estudios encargados por Monsanto. Y porque uno de los autores que lo firma también tiene vínculos con la multinacional. Respecto a las otras críticas, aduce que son “chicanas baratas”, “escaramuzas dialécticas”, “argumentos que destituyen la seriedad de la ciencia”. Su pecado, argumenta, fue meterse con un desarrollo tecnológico que la mayoría de los científicos defiende en lugar de mirar críticamente, lo cual, de alguna manera, los impermeabiliza frente a cualquier cuestionamiento de buena fe. ¿Es un quijote incomprendido, un provocador o un rebelde equivocado? Quizás eso es lo que menos importa. Kaczewer anticipa que Carrasco va en camino de ser un “paria”, como les pasó a otros científicos que “examinaron las verdades en lugar de transar con el poder”. Carrasco saca entonces pecho, y no se sabe si lo sufre o en realidad lo disfruta: “Yo sé que esto algún día me lo van a facturar. Pero yo me lo banco. Con la ciencia”.

Obreros del Corralón Municipal de Avellaneda se organizan por condiciones dignas de trabajo

El martes 24 de noviembre nos visitó Juan Enriquez, quien además de ser vecino de Villa Corina, trabaja en el Corralón de la Municipalidad de Avellaneda. Juan nos contó sobre las pésimas condiciones laborales (que se llevaron la vida de un compañero) y los magros salarios como parte de la cotidianeidad de los laburantes municipales. Para dar vuelta la historia, han conformado recientemente la Agrupación Clasista "Luis Pons".
Aquí el comunicado que difundieron:
En el mes de Agosto del año 2007, el trabajador municipal Luis Pons tomó su guardia como sereno en el Vivero en medio de una noche lluviosa y fría. Puso a secar su ropa, improvisó un brasero, se quedó dormido por el gas del carbón y nunca más despertó. Ya había solicitado que instalen calefacción en el puesto de guardia.Luego de la muerte de Pons, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda (STMA), Rubén García, comenzó un enfrentamiento –afiches incluidos- con el entonces Intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez, llegándolo a comparar con el Gobernador Sobisch de la Provincia de Neuquén por la muerte del docente Fuentealba. El STMA resolvió comenzar con la retención de tareas por condiciones de trabajo dignas.En las elecciones de octubre del mismo año, Rubén García fue candidato a Diputado Provincial en la misma lista en la que “Cacho” Álvarez se presentó para renovar la Intendencia. Ambos lograron ser electos, y el STMA dejó de lado el enfrentamiento con el Ejecutivo municipal. Los obreros del corralón continuaron con el reclamo en el lugar de trabajo y ante diferentes instancias administrativas, en medio de presiones y ofertas de mejores condiciones individuales. Una Inspección del Ministerio de Trabajo dictaminó que el lugar no es apto para trabajar.
La aventura de trabajar y no perder la vida en el intento
Actualmente, el grupo de obreros continúa con el reclamo por mejores condiciones de trabajo, ya que creen que en esta medida está en juego su vida y la dignidad de sus familias.“Los obreros que hacen el tomado de junta (la colocación de brea en las grietas de las calles) no tienen protección respiratoria y aspiran el humo de la brea caliente. Julio ‘el perro’ Gloria trabajó en este sector hasta que falleció, se fue descomponiendo poco a poco” comentan los obreros. “A un compañero que estaba recién operado de los testículos lo hicieron trabajar igual y el año pasado otro se cayó del techo del Teatro Roma, no se mató de milagro”.
Las horas extras como método de control social
El básico de los municipales es de $800 siendo el Municipio de Avellaneda el que otorga las horas extras. No cualquier municipal puede acceder a este beneficio. Los obreros cuentan: “Cuando hablamos con otros compañeros nos dicen que tenemos razón, pero tienen miedo que les quiten las horas extras si se prenden al reclamo.”
La inseguridad laboral
Los obreros del corralón conformaron la Agrupación Clasista “Luis Pons”, para seguir organizándose contra la inseguridad laboral sin dejar de lado la recomposición salarial, planteando mínimamente se respete el sueldo mínimo de $1527, establecido por el Consejo del Salario. Este año realizaron una misa por el segundo aniversario del fallecimiento de su compañero Luis. Algunas de las irregularidades en el lugar de trabajo son: las instalaciones eléctricas no poseen disyuntores, no hay matafuegos, el agua no es potable, no hay enfermería en el lugar, los camiones de la Secretaría de Obras Públicas no reciben el mantenimiento adecuado llegándole a fallar los frenos y las gomas están muy gastadas. En el barrio Villa Corina viven una cantidad importante de obreros municipales, como vecinos es natural la preocupación por su situación en el lugar de trabajo.
Contacto Agrupación Clasista “Luis Pons”
Juan Enriquez: (15) 3293-7908
E-mail: 2denov.obraspublicas(a)live.com.ar